Síntomas graves de la enfermedad de Parkinson

Conozca ahora los principales síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Temblores

Los temblores son movimientos incontrolables, involuntarios y rítmicos de una extremidad o una parte del cuerpo. Los espasmos musculares no son los mismo que los temblores. Una contracción involuntaria de un músculo es un espasmo muscular, y el movimiento incontrolado de una pequeña región de un músculo se denomina contracción muscular. Pueden producirse dos tipos diferentes de temblores. El temblor de reposo se produce cuando un individuo está quieto, y el temblor de acción se produce durante los movimientos dirigidos. La categoría más común de temblores que ocurre en pacientes con enfermedad de Parkinson se conoce como temblor parkinsoniano. Este es provocado por un daño en la sección del cerebro del individuo responsable del control de los movimientos. El temblor parkinsoniano se considera un temblor en reposo y generalmente se inicia en un lado o en una extremidad del cuerpo del paciente. Finalmente, el temblor se traslada a las otras extremidades o al lado del cuerpo a medida que avanza la enfermedad.

Rigidez muscular

La rigidez muscular es un término utilizado para describir cuando un individuo tiene dificultad para mover sus músculos después del descanso y siente tensión en ellos. Esta suele ir acompañada de calambres, dolores y molestias musculares. En los pacientes con enfermedad de Parkinson, la rigidez muscular puede ser unilateral o bilateral. La rigidez muscular también puede resultar en un rango de movimiento moderadamente reducido. Una característica común que se observa en las personas afectadas por la enfermedad de Parkinson es una disminución del balanceo del brazo al caminar debido a la rigidez muscular. El enmascaramiento facial también es común en los individuos afectados; la rigidez de los músculos faciales produce una apariencia de máscara. Un paciente con este síntoma también puede encontrar difícil girar o voltearse cuando se pone de pie o camina. La rigidez muscular es uno de los tres signos principales que un médico buscará en un paciente para hacer un diagnóstico de la enfermedad de Parkinson. Entre el noventa y el noventa y nueve por ciento de todos los pacientes con la enfermedad experimenta rigidez muscular.

Problemas de equilibrio

Los problemas de equilibrio se refieren a cualquier síntoma que hace que el paaciente se sienta inestable, mareado, aturdido, o como si la habitación estuviese girando. Estos pueden ocurrir cuando los individuos están sentados, de pie o acostados. El equilibrio de un individuo se mantiene mediante la cuidadosa coordinación de numerosos sistemas del cuerpo que trabajan en conjunto. Los nervios, los órganos de equilibrio del oído interno, los huesos, las articulaciones, los músculos, los vasos sanguíneos, los huesos, el corazón y la visión deben funcionar bien y en sincronía para producir un equilibrio adecuado. El órgano del oído interno y todos sus componentes conforman el sistema vestibular de un individuo, que es responsable de mantenerlo equilibrado. Sin embargo, los nervios que envían señales del oído interno al cerebro y viceversa pueden verse afectados por el proceso de degeneración que se produce como resultado del Parkinson y provocan que los pacientes tengan problemas de equilibrio.

Alteraciones en el habla

Las personas afectadas por la enfermedad de Parkinson tienden a hablar en un solo tono sin mucha emoción. Suelen hablar en voz muy baja, arrastrar las palabras o murmurar. Una persona con Parkinson puede tener un habla con un sonido ronco o entrecortado, y tartamudean al hablar. Los síntomas motores asociados con la enfermedad de Parkinson pueden hacer que un individuo envíe señales no verbales inapropiadas o causar dificultades con la expresión de sus emociones. Los síntomas que no están relacionados con las habilidades motoras en los pacientes con enfermedad de Parkinson, como los problemas cognitivos, pueden provocar cambios en su habla. Una persona con esta afección puede tener dificultades para encontrar y formar las palabras adecuadas para expresar lo que quiere decir.

Movimientos lentos

La lentitud de movimiento, bradicinesia, es uno de los tres síntomas característicos que busca un médico al hacer un diagnóstico de la enfermedad de Parkinson. Una persona con Parkinson puede experimentar una disminución en la velocidad de sus movimientos automáticos, como balancear los brazos al caminar y parpadear. Otro problema que se presenta en los pacientes como resultado de la bradiquinesia son los problemas con la iniciación del movimiento, como cuando el individuo intenta levantarse después de estar sentada. La lentitud del movimiento también puede manifestarse como una quietud anormal en el rostro del paciente o una reducción en sus expresiones faciales. Las funciones cotidianas a menudo se ven afectadas por la bradiquinesia, como cepillarse los dientes, cortar la comida, servir un vaso de leche o abotonarse la camisa. La lentitud de los movimientos tiende a ocurrir de manera impredecible. Un minuto un individuo afectado puede moverse con facilidad, y al siguiente puede requerir ayuda para realizar tareas básicas de la vida diaria.

Cambios en la postura

Uno de los síntomas característicos más comunes de la enfermedad de Parkinson es la postura alterada. Una persona con Parkinson a menudo tendrá una postura encorvada, que hace que sus hombros se vayan hacia adelante, en lugar de estar alineados con sus caderas y pies. La causa de los cambios de postura es un aumento de la rigidez muscular. La postura parkinsoniana tiende a incluir hombros redondeados, la cabeza posicionada hacia adelante, aumento de la flexión del tronco y rodillas dobladas. La postura puede afectar la capacidad de un paciente para hablar en voz alta y clara, la capacidad para mover las extremidades superiores y el cuello, la percepción de dónde se encuentra su cuerpo en el espacio que lo rodea, el equilibrio, la fuerza de los músculos posturales y la habilidad para tragar. Algunos también experimentan dolores de cabeza y dolor en las articulaciones de la mandíbula. Se pueden utilizar ciertos ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para ayudar a corregir la postura. Un fisioterapeuta puede recomendar una rutina que sea indicada para cada paciente.

Problemas para escribir

La enfermedad de Parkinson a veces puede provocar problemas para escribir, especialmente con la escritura a mano. Los pacientes que experimentan un problema de salud llamado congelación de la marcha también pueden tener los mismos problemas con la escritura. Este es un problema motor que existe fuera de los típicos episodios de congelación de la marcha. La escritura se considera un movimiento secuencial, que requiere un tipo específico de función motora. Esto significa que los pacientes que experimentan congelación de la marcha pueden tener más probabilidades de tener problemas de escritura que los pacientes que no lo hacen. Los pacientes con Parkinson pueden notar que tienen una capacidad disminuida para escribir en cursiva e imprenta. En un estudio, los pacientes de Parkinson que tenían la marcha congelada batallaban con todas las formas de escritura a mano, pero tenían más problemas cuando se suponía que debían alternar tamaños de escritura a mano en lugar de dar forma a las letras en un tamaño continuo. El mismo estudio mostró que los pacientes con enfermedad de Parkinson sin congelación de la marcha experimentaron algunas dificultades con la escritura, pero no en la misma medida que aquellos que tenían congelación de la marcha. Los individuos pueden experimentar algo llamado micrografía, que hace que la escritura sea demasiado pequeña y estrecha debido a un trastorno neurodegenerativo.

Pérdida del olfato

La pérdida del ofato no siempre es un indicador de la enfermedad de Parkinson y podría ser indicativo de varias cosas. Dicho esto, la mayoría de las personas con Parkinson han perdido parcialmente el sentido del olfato. La hiposmia, el término médico para esta complicación, a menudo puede identificarse como un signo temprano de la enfermedad de Parkinson. Algunos pacientes pueden señalar que su pérdida del olfato comenzó varios años antes del diagnóstico de la enfermedad. Debido a que la pérdida del sentido del olfato es tan gradual, y debido a que a menudo no prestamos mucha atención a lo que olemos, muchas personas no lo notan de inmediato. Es poco probable que los pacientes lo informen y los médicos no suelen preguntar al respecto. Una forma de comprobar si hay hiposmia es oliendo regaliz, pepinillos, plátanos u otros alimentos con olores intensos. Si los individuos tienen problemas para identificar los olores, deben consultar a su médico.

Problemas para dormir

Los problemas para dormir a veces suelen ser una señal temprana de la enfermedad de Parkinson. Dicho esto, muchas otras enfermedades pueden causar problemas de sueño. Algunos individuos descubren que experimentan problemas de sueño antes de notar cualquier otra complicación motora. Debido a que los médicos no tienden a considerar la enfermedad de Parkinson hasta que los síntomas motores se hacen visibles, esto no siempre ayudar en el diagnóstico temprano. En los pacientes con enfermedad de Parkinson a menudo se presentan varios problemas de sueño diferentes. Algunos experimentan insomnio, pesadillas y somnolencia excesiva durante el día. También son posibles los 'ataques de sueño', que son episodios en los que alguien se queda dormido involuntariamente. Pueden ocurrir trastornos del comportamiento del sueño REM, y estos pueden hacer que los pacientes actúen sueños porque sus cuerpos no están paralizados al dormir. El síndrome de las piernas inquietas y el trastorno del movimiento periódico de las piernas también son comunes, así como la apnea del sueño, una afección que hace que las personas dejen de respirar de forma intermitente durante la noche. Algunos pacientes informan sobre la nicturia, que es una necesidad frecuente de levantarse y orinar durante la noche. Los estudios también han encontrado asociaciones entre la enfermedad de Parkinson y la narcolepsia.

Estreñimiento

La mayoría de los casos de estreñimiento están relacionados con la deshidratación o con la falta de fibra en la dieta, pero a veces también puede ser un signo de la enfermedad de Parkinson, especialmente cuando esta está en curso. El estreñimiento ocurre cuando hay una mayor cantidad de tiempo entre las deposiciones y cuando las heces se vuelven más difíciles de evacuar, aunque las personas no hayan realizado ningún cambio significativo en su alimentación o en la cantidad de líquido que beben. Algunos pacientes con Parkinson experimentan estreñimiento porque su sistema nervioso autónomo no funciona correctamente. Esta parte del sistema nervioso ayuda a regular la actividad de los músculos lisos del tracto intestinal. Si estos no funcionan tan eficazmente como deberían, puede provocar estreñimiento. También existen algunos medicamentos para tratar la enfermedad de Parkinson que pueden causar estreñimiento. En estos casos, el estreñimiento es un efecto secundario del tratamiento más que un síntoma subyacente de la enfermedad.