Cómo tratar la dermatitis atópica
La dermatitis atópica es una afección crónica e inflamatoria de la piel que normalmente comienza durante la infancia. Al ser una de las formas más comunes de eccema, la dolencia se caracteriza por presentar erupciones rojas y con comezón que aparecen con mayor frecuencia en las manos, las muñecas, los pies y los tobillos. También se observan comúnmente parches de protuberancias que dan picazón en la parte posterior de las rodillas y los codos, así como en la parte superior del pecho. Los pacientes con dermatitis atópica a menudo experimentan brotes y la piel tiende a agrietarse y a desarrollar llagas abiertas debido al rascado, lo que puede poner a los pacientes en riesgo de sufrir infecciones. Los médicos generalmente pueden diagnosticar esta enfermedad realizando una inspección visual de la piel, aunque algunos pacientes pueden necesitar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico.
La dermatitis atópica se trata con una combinación de medicamentos y con cambios en el estilo de vida. Los tratamientos que se describen a continuación son algunos de los que se recomiendan con mayor frecuencia a los pacientes.
Cremas para reducir la picazón

Este suele ser el primer tratamiento para la dermatitis atópica. La mayoría de los pacientes con esta afección necesitarán usar cremas recetadas, que pueden ayudar a mitigar la picazón y reparar la piel. Los corticoesteroides tópicos se prescriben con frecuencia para este propósito y los médicos deciden qué potencia necesitará el paciente basándose en la ubicación de las erupciones. Los pacientes que tienen erupciones que cubren un área extensa de la piel o que se localizan en la cara o en los pliegues de la piel reciben típicamente un corticoesteroide tópico leve o moderadamente potente como el desonida 0,05 por ciento o acetato de hidrocortisona uno por ciento. A los adultos con lesiones gruesas en áreas localizadas como el cuero cabelludo, las palmas de las manos o los pies se les suele recetar corticoesteroides tópicos más fuertes, como la amcinonida 0,1 por ciento, halcinonida 0,1 por ciento, y el propionato de clobetasol 0,05 por ciento. Para reducir el riesgo de padecer efectos secundarios, la mayoría de los corticoesteroides tópicos sólo se utilizan durante dos o tres semanas seguidas y se les aconseja a los pacientes que se los apliquen una vez al día. Muchos pacientes pueden reducir la necesidad de usar corticoesteroides tópicos humectando su piel con frecuencia.