Guía completa sobre el lorazepam
Precauciones a tener en cuenta

Antes de que se prescriba lorazepam, los pacientes deben informar a su médico sobre cualquier antecedente de enfermedad renal, problemas hepáticos o respiratorios, apnea del sueño y glaucoma. El médico también necesitará saber si la persona tiene antecedentes personales de enfermedades mentales como depresión o psicosis. De igual manera, el individuo deberá mencionar cualquier antecedente familiar o personal de problemas de consumo de sustancias que impliquen alcohol o drogas. El lorazepam puede no ser seguro para los pacientes con un historial de estas afecciones. Los médicos analizarán cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de decidir prescribirlo. El lorazepam no debe tomarse durante el embarazo, ya que podría dañar al feto. Dado que pasa a la leche materna, no debe utilizarse durante la lactancia. El alcohol y la marihuana pueden aumentar los mareos y la somnolencia.
Detener el lorazepam abruptamente podría causar síntomas de abstinencia como vómitos, convulsiones, temblores, calambres, sudoración e insomnio. Para evitarlos, los pacientes deben hablar con su equipo de atención médica sobre cómo disminuir de manera segura y gradual las dosis. En los pacientes pediátricos y de edad avanzada, el lorazepam puede a veces aumentar la ansiedad, la agitación y la inquietud en lugar de producir una sensación de relajación, por lo que se los debe vigilar cuidadosamente.
