Las principales diferencias entre los ataques de angina y los ataques cardíacos
Tratamientos para la angina

Las opciones de tratamiento para la angina de pecho varían, ya que depende de cuánto daño cardíaco tenga el paciente. Para los pacientes con angina leve, la medicación y los cambios en el estilo de vida pueden mejorar enormemente el flujo sanguíneo y ayudar a controlar sus síntomas. Un médico puede recetar medicamentos que pueden ensanchar o relajar los vasos sanguíneos y permitir un mayor flujo de sangre al corazón, disminuir la frecuencia cardíaca para que el órgano no trabaje demasiado y prevenir la formación de coágulos sanguíneos. También se pueden realizar procedimientos médicos si los medicamentos no ayudan a aliviar los síntomas de la angina, incluida la angioplastia o la colocación de un stent, que es un pequeño globo que se inserta en una arteria para ensancharla y restaurar la sangre con un pequeño tubo, conocido como stent, que se deja adentro para mantenga la arteria abierta. Otra opción quirúrgica es un injerto de derivación de arterias coronarias (CABG, por sus siglas en inglés) o cirugía de derivación, en la que se extraen arterias sanas de otras partes del cuerpo y se utilizan para rodear los vasos sanguíneos obstruidos o estrechos.
Los cambios en el estilo de vida también pueden disminuir drásticamente los síntomas de angina de un paciente e incluyen descansar cuando sea necesario, especialmente cuando experimentan dolor debido al estrés o la actividad física, comer porciones más pequeñas y más frecuentes si las comidas más abundantes provocan dolor en el pecho y dejar de fumar. También se recomienda que los pacientes se ejerciten con regularidad para mantener su corazón funcionando correctamente, que participen en actividades para aliviar el estrés como el yoga y que visiten a su médico con regularidad para hacerse controles.
