Efectos secundarios adversos de los vasodilatadores
Un vasodilatador es un tipo de medicamento que dilata o expande los vasos sanguíneos. Funciona a través de un mecanismo que causa cambios en los músculos dentro de las paredes venosas y arteriales, lo que permite que la sangre fluya más fácilmente a través de los vasos sanguíneos para que el corazón no tenga que trabajar tanto. Existen tres tipos: dilatadores venosos, dilatadores arteriales y dilatadores mixtos. Los vasodilatadores se les recetan a las personas que tienen presión arterial alta, hipertensión pulmonar, preeclampsia, angina o insuficiencia cardíaca que requieren tratamiento. Estas medicinas no suelen ser el método preferido para tratar dichas enfermedades y afecciones debido a su nivel de potencia. Los vasodilatadores se utilizan en los casos en los que la enfermedad no puede controlarse por otros medios.
Palpitaciones
Los latidos anormales del corazón se conocen médicamente como palpitaciones y pueden ocurrir en individuos que toman vasodilatadores. El individuo puede sentir que su corazón está latiendo demasiado rápido, salteándose latidos, golpeteando o bombeando demasiado fuerte. Estas pueden manifestarse en varias regiones del torso, incluyendo el cuello, el pecho o la garganta. Pueden manifestarse en personas que toman vasodilatadores debido al mecanismo que estos utilizan para ayudar a bajar la presión sanguínea. Estos ejercen su acción sobre el tejido muscular dentro de las paredes de los vasos sanguíneos para hacer que se expandan y permitan que un mayor volumen de sangre fluya. Cuando los vasos sanguíneos cerca del corazón, el cuello y el pecho se agrandan, están más cerca de otros órganos y estructuras. Un ejemplo es el de los nervios sensoriales. Cuando los nervios alrededor de cualquier área particular en el cuello, pecho o garganta se activan, transmiten esta información sensorial al cerebro. Este lo interpreta como palpitaciones del corazón en el área afectada.
Retención de líquidos
Las personas que toman vasodilatadores pueden experimentar retención de líquidos, ya que son medicamentos que inducen la dilatación de los vasos sanguíneos alrededor del cuerpo. Sin embargo, no sólo actúan sobre las arterias, sino que también tienen este efecto sobre las venas. Cuando estas se dilatan demasiado, las válvulas en el interior son incapaces de hacer su trabajo también para empujar la sangre contra la fuerza de la gravedad. El resultado es una acumulación excesiva de sangre en las extremidades inferiores. Como consecuencia, la presión dentro de las venas es mayor que la presión fuera de las venas en los tejidos circundantes. Cuando el gradiente de presión es demasiado alto en las venas, comienzan a filtrar líquido en los tejidos que las rodean como medida compensatoria. Además, las paredes de las venas se vuelven más penetrables cuando sus paredes se extienden.
Dolor torácico
El dolor en el pecho no es un efecto secundario poco común en los individuos que toman vasodilatadores. Ocurre más en los individuos que toman vasodilatadores para la presión arterial alta que para otras afecciones. Esta variedad de medicina hace que los vasos sanguíneos se dilaten y permitan el paso de mayores volúmenes de sangre para reducir la cantidad de fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes arteriales y disminuir la carga de trabajo del corazón. Debido a que las venas del cuerpo de un individuo se dilatan como resultado de los vasodilatadores, hay menos sangre que se devuelve al corazón en un momento dado. El corazón no tiene que trabajar de más, lo que es excelente cuando no hay otros problemas subyacentes con los vasos sanguíneos. De todas maners, la reducción del trabajo del corazón puede conducir a un menor suministro de sangre a las zonas restringidas por bloqueos parciales, porque la fuerza de la sangre no es suficiente para pasar por las regiones estrechas. Además, la disminución de la presión sanguínea puede tener el mismo efecto de una perfusión insuficiente de los tejidos alimentados por vasos parcialmente ocluidos. Cuando este proceso ocurre en los vasos sanguíneos del pecho o en las arterias coronarias, puede causar dolor isquémico en esa zona.
Latidos cardíacos rápidos
Si toma vasodilatadores podría experimentar taquicardia o el latido rápido del corazón. Este efecto secundario se reporta en muchos individuos cuando empiezan a tomar vasodilatadores, pero también es uno que disminuye después de que el cuerpo se adapta a la medicación. Los vasodilatadores dilatan los vasos sanguíneos de todo el cuerpo para tratar la insuficiencia cardíaca o reducir los niveles de presión arterial. A medida que los vasos sanguíneos se dilatan, se permite que más sangre se mueva a través de las arterias y las venas. Este mecanismo causa una caída en la presión sanguínea porque la sangre no está empujando contra las paredes del vaso con tanta fuerza. No obstante, esta disminución de la presión sanguínea puede ser detectada por el cerebro, que la interpreta como una falla en algún lugar del sistema cardiopulmonar. El cerebro intenta compensar haciendo que el corazón se acelere.
Náuseas y vómitos
Pueden producirse náuseas y vómitos en las personas que toman vasodilatadores, en particular las que son demasiado sensibles a los efectos de la dilatación de la droga y experimentan el mal funcionamiento de un reflejo denominado reflejo mediado por el barorreceptor. Este está destinado a actuar rápidamente sobre los cambios en la presión sanguínea para mantener un estado homeostático, como cuando un individuo se pone de pie. Sin embargo, este no funciona correctamente en algunos pacientes cuando toman vasodilatadores, lo que puede hacer que experimenten baja presión sanguínea al ponerse de pie y su cuerpo sea incapaz de corregirlo a tiempo. Este proceso causa una reducción en el suministro de sangre a los tejidos cerebrales, lo que causa mareos y vértigos. El paciente puede sentir náuseas como resultado de los mareos que experimenta con la hipertensión ortostática, o bien podría ser el resultado de la activación inapropiada del centro de vómitos en su cerebro. La acción mecánica del vómito es simplemente el resultado de las náuseas debido a las disfunciones vasodilatadoras precipitadas.