Síntomas de alerta de la endometriosis
La endometriosis es una enfermedad dolorosa que afecta al sistema reproductivo de la mujer. En el caso de las mujeres que padecen esta afección, el revestimiento que normalmente crece dentro del útero, en cambiom crece fuera del mismo. Se conoció por primera vez en la década de 1920 gracias al Dr. J. Sampson, según quien la endometriosis es una enfermedad incurable que afecta a más de 200 millones de mujeres en todo el mundo. Esta cifra incluye el diez por ciento de la población femenina de los Estados Unidos. Es un problema de salud prevalente y como tal es un tema prominente en la investigación médica.
Periodos menstruales dolorosos
Los períodos menstruales dolorosos también se conocen como dismenorrea. El dolor puede comenzar varios días antes de que comience el período y puede durar hasta varios días después de que termine. Si bien los ciclos menstruales causan dolor en forma de calambres, el dolor de la endometriosis es diferente. Puede ser mucho más intenso que los calambres del período regular y hasta incluso debilitantes.
El dolor de la endometriosis surge de que el endometrio no tiene ninguna manera de filtrarse fuera del cuerpo después de que se rompe durante el ciclo menstrual. Crea entonces una sustancia fibrosa que se adhiere a los órganos y termina causando quistes, tejido cicatrizante y otros problemas. Incluso puede causar que los órganos se peguen entre sí.
Fatiga
En un momento dado, la fatiga no estaba realmente asociada con la endometriosis. Las teorías han cambiado porque estudios recientes han demostrado una correlación entre las mujeres que sufren de endometriosis y las que sufren de cansancio extremo.
Un estudio reciente mostró que más del cincuenta por ciento de las mujeres con endometriosis sufrían de fatiga crónica. También estudiaron a las mujeres que la padecían pero que no tenían endometriosis y el estudio encontró que sólo un poco más del veintidós por ciento de estas mujeres la padecen. Según esta investigación, tener endometriosis duplica con creces el número de mujeres que sufren de fatiga crónica.
Dolor al defecar
A menudo las mujeres que experimentan dolor durante las evacuaciones intestinales son diagnosticadas con el síndrome del intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés) o alguna otra enfermedad antes de que los médicos descubran que en realidad tienen endometriosis. Este dolor también podría estar acompañado de otros problemas relacionados con la evacuación intestinal, como dolor o hemorragia rectal, estreñimiento, diarrea y cólicos intestinales.
Uno de los motivos de las dolorosas evacuaciones intestinales es que la endometriosis podría crear esos tejidos fibrosos y hacer que el intestino se pegue a los otros órganos del tracto reproductivo. Otra razón podría ser debido a los mediadores inflamatorios que causan problemas con el sistema intestinal. Por ejemplo, las prostaglandinas pueden ser liberadas por el tejido del endometrio durante la menstruación y esto causa contracciones del músculo liso.
Diarrea o estreñimiento
La diarrea o el estreñimiento pueden ocurrir en mujeres con endometriosis por muchas de las mismas razones por las que experimentan movimientos intestinales dolorosos. El tejido del endometrio desencadena la liberación de bacterias no invasivas productoras de citotoxinas. Éstas entonces desarrollan citoquinas, un mediador inflamatorio que estimula la mucosa intestinal. Esto permite que las bacterias invadan la mucosa intestinal, causando una aguda inflamación de la misma. En muchos casos, el sistema inmunológico no puede erradicar estos tipos de bacterias invasoras. Desafortunadamente, muchas de ellas también liberan citoquinas, así que el ciclo continuará hasta que el tejido endometrial sea removido.
Náuseas
Las náuseas pueden ser causadas como resultado directo de problemas intestinales por la endometriosis. Aunque todavía no se entiende del todo, una teoría sugiere que el hígado se sobrecarga, dando como resultado una sensación de náuseas. Dado que la enfermedad puede desencadenar un aumento tanto de bacterias no invasivas como de invasivas, esto hace que el hígado trabaje más duro para tratar de limpiar el cuerpo. Dependiendo de la cantidad de esta bacteria que se produzca, puede convertirse en una carga de trabajo excesiva para el hígado. Si el hígado no puede mantener el ritmo, dichas bacterias productoras de toxinas pueden hacer que la paciente sienta náuseas, que pueden o no estar acompañadas de vómitos.