¿Cuáles son los síntomas del trastorno por atracón?

El trastorno por atracones es un desorden alimenticio grave, que puede tener complicaciones que ponen en riesgo la vida. A pesar de su gravedad, se trata de un asunto tratable. Muchos ni siquiera saben que el trastorno por atracón ha sido reconocido médicamente como un trastorno alimenticio. Los pacientes con esta afección pasan por múltiples episodios en los que ingieren grandes cantidades de comida, a menudo causándose a sí mismos molestias. Para considerarse un desorden alimenticio, debe haber sentimientos de angustia, culpa o vergüenza junto con la sensación de pérdida de control durante el atracón. A diferencia de otros trastornos alimentarios como la bulimia, los individuos en este caso no se purgan, pasan hambre o utilizan otros medios no saludables para compensar el atracón. Sin embargo, este es el trastorno alimenticio más común en los Estados Unidos. Es importante que conozca más sobre los síntomas del trastorno por atracón para que pueda buscar el tratamiento adecuado.

Comer cuando está lleno o no tiene hambre

Comer cuando se está lleno o cuando no tiene hambre es uno de los signos más comunes del trastorno de atracón. Quien padece este problema generalmente usa la comida como una forma de lidiar con el estrés de la vida o como una forma de tener sentimientos positivos. En lugar de comer porque tienen hambre y necesitan nutrirse, comen por los beneficios emocionales del atracón.. Estos beneficios son de corta duración, aunque. Es posible que los pacientes ni siquiera experimenten emociones positivas mientras se dan un atracón, especialmente si sienten que no tienen ningún control sobre sus acciones. Resulta importante señalar que comer por aburrimiento es diferente al desorden del atracón o a otro desorden alimenticio. Esto puede resolverse con simples cambios en el estilo de vida y más atención a la dieta. El trastorno por atracón, por otro lado, tiene un componente de salud mental que no puede quedar sin tratarse. Si no se trata la enfermedad mental subyacente, seguirá perdiendo el control al comer.

Comer porciones inusualmente grandes

Los pacientes con apetito desenfrenado suelen comer porciones excesivas de comida. También tienden a comer muy rápidamente en lugar de disfrutar de cada bocado. Los atracones consisten en consumir una gran cantidad de alimentos en poco tiempo, generalmente en cuestión de unas pocas horas o menos. Muchos con este trastorno de alimentación tienen un largo historial de dietas. Al restringirse la cantidad de calorías que ingieren, pueden acabar haciéndose daño a la salud. Aunque los pacientes con trastorno por atracón no se purgan, se ponen a dieta para tratar de compensar los atracones. Desafortunadamente, esto puede conducir a un círculo vicioso de atracones desencadenados por la dieta, seguido de dietas para compensar los atracones. El consumo de porciones abundantes hace que las personas suban mucho de peso y, en algunas situaciones, se originan problemas asociados con la regulación metabólica. Si la persona sube demasiado de peso, puede desarrollar otras enfermedades tales como la diabetes tipo 2, apnea del sueño y enfermedades cardíacas.

Todo sobre su alimentación parece estar fuera de control

Cuando alguien se da atracones de comida, una de las primeras señales que otros suelen notar es que su comportamiento alimenticio parece estar fuera de control. Además, sentirse "fuera de control" puede ser a veces el detonante que hace que se den cuenta de que tienen un problema. Los individuos con trastorno de atracones, por lo general, planifican sus atracones, pero una vez que empiezan a comer es común que no puedan parar. Los médicos determinan la gravedad del trastorno por atracones de un paciente en base a la cantidad de veces que se atracan por semana. La pérdida de autocontrol puede ser muy angustiosa, lo que se suma al estrés o a las luchas emocionales que la persona afectada experimenta en su vida diaria. Mientras que los comportamientos relacionados con el trastorno de atracón a menudo comienzan como un medio para autoconsolarse, pueden convertirse rápidamente en una enfermedad mental incontrolable o difícil de detener.

A menudo come en secreto

Los pacientes con trastornos por atracón pueden desarrollar el hábito de comer en secreto. Muchos hacen todo lo posible por ocultar sus hábitos alimenticios poco saludables a sus amigos y familiares, por lo que pueden haber perfeccionado la habilidad de evitar que otros los vean atragantarse con comida. Además, quienes padecen este trastorno alimenticio puede tener problemas para comer delante de otros incluso cuando están consumiendo porciones normales. La sensación de estar fuera de control conduce a sentimientos intensos de culpa, vergüenza, depresión y miedo a la comida.. Desafortunadamente, asociar la comida con algo negativo hace que sea más difícil llevar una alimentación más saludable. Para tratar realmente su problema, los pacientes deben resolver el vínculo mental negativo que tienen con la comida. También deben educarse a sí mismos sobre hábitos alimenticios positivos y buena nutrición. Para algunos, el trastorno por atracón puede estar asociado con una enfermedad mental subyacente como la depresión o la ansiedad generalizada. Es importante que estos factores se evalúen y se traten con un médico o un profesional de la salud mental.

Comer hasta sentirse excesivamente lleno

Uno de los comportamientos comunes que rodean al desorden por atracón es que los pacientes comen hasta sentirse incómodamente llenos. Alguien con patrones de alimentación saludables come solo cuando tiene hambre, y una vez que come lo suficiente, el cuerpo le da la señal de que está lleno y de que debe detenerse. Luego, el sistema digestivo descompone la comida y, una vez que esta se ha descompuesto completamente, siente hambre de nuevo. Sin embargo, quienes se dan atracones no son capaces de ver las señales del cuerpo. Entonces lo que hacen es comer hasta estar incómodamente llenos, por más que su cuerpo les esté diciendo basta. Pueden hasta sentirse hinchados y con náuseas. A diferencia de la bulimia, no toman medidas para purgar la comida como el vómito ni se involucran en conductas no saludables como hacer ejercicio en exceso, aunque comer de forma desmedida los hace sentir vergüenza y culpa.