Formas de detectar el cáncer a tiempo
Según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, más de 1,6 millones de nuevos casos de cáncer serán diagnosticados en Estados Unidos cada año. Además, dicha organización afirma que más de 600.000 muertes relacionadas con el cáncer ocurrirán en los Estados Unidos al año. Esto ni siquiera refleja las estadísticas en todo el mundo. Después de las enfermedades cardíacas, el cáncer es la principal causa de muerte en Estados Unidos.
Por fortuna, si los pacientes detectan los síntomas a tiempo, se pueden tratar muchos tipos diferentes de cáncer. El tratamiento varía según el tipo de paciente, pero normalmente incluye quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. La cirugía para curar el cáncer también es común cuando los médicos necesitan extirpar un tumor.
Tos persistente

Tener tos persistente sin otros síntomas podría ser solo un signo de una enfermedad de las vías respiratorias superiores, como bronquitis o sinusitis. Aunque ambos pueden requerir tratamiento, no son un problema de salud importante. Sin embargo, si una tos persistente se acompaña de saliva teñida de sangre, puede tratarse de un signo de cáncer. Si las personas detectan un poco de sangre en la saliva al toser, podría ser un signo de cáncer de pulmón, cuello o cabeza. Por lo tanto, las personas deben buscar tratamiento lo antes posible si tienen tos que dura más de un mes o si hay presencia de sangre en ella.
Sangre en las heces

La sangre en las heces podría ser indicador de una enfermedad inflamatoria intestinal como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Estas son afecciones incómodas, pero manejables. Sin embargo, en algunos casos, la sangre en las heces también puede ser un signo de cáncer de colon, porque los tumores pueden crecer en el tracto digestivo y causar presión. También se sabe que las úlceras y hemorroides recurrentes causan sangrado rectal. Aunque son bastante comunes, los pacientes deben visitar a un médico para inspeccionar su tracto digestivo y ver si el sangrado persiste para descartar cáncer.
Recuento sanguíneo bajo

El recuento sanguíneo bajo inexplicable o la anemia pueden ser un indicio de cáncer en una etapa temprana. La anemia se caracteriza por un número de glóbulos rojos en el cuerpo inferior al promedio. Existen muchas causas de anemia, como la deficiencia de hierro. Sin embargo, algunos tipos de cáncer son causas conocidas de anemia, en particular los de intestino. Los médicos pueden realizar una endoscopia, colonoscopia o radiografía del tracto intestinal de su paciente para descartar que sea cáncer. De cualquier manera, es esencial que se investigue un recuento sanguíneo bajo para determinar la causa y el tratamiento posterior, incluso si el cáncer resulta no ser la causa. Incluso la anemia debida a un bajo nivel de hierro necesita tratamiento para que los pacientes puedan llevar una vida sana.
Bultos

Aproximadamente el noventa por ciento de los hombres con cáncer testicular tienen un bulto levemente incómodo o indoloro en un testículo. De manera similar, muchos casos de cáncer de mama se diagnostican temprano mediante frente a la presencia de un bulto en la mama. Otros síntomas comunes de estos tipos de cáncer incluyen hinchazón en el testículo o secreción mamaria inusual. En la mayoría de los casos, se tomará una biopsia para descartar que sea cáncer. Los hombres y las mujeres deben realizarse autoexámenes de rutina para detectar bultos. Si no está seguro de cómo realizar uno, puede consultar a su médico de cabecera para recibir instrucciones. Hay varias formas de realizar un autoexamen y los pacientes pueden elegir cuál funciona mejor para ellos.
Cambios en la orina

Un cambio repentino en la frecuencia, el color o el olor de la orina puede ser un signo de cáncer de vejiga. Los cambios en la orina que las personas deben tener en cuenta incluyen micción frecuente, sangre en la orina, flujo lento y cambios en la función de la vejiga. Incluso deben saber si expulsan pequeñas cantidades de orina con una mayor cantidad de presión. Estos cambios pueden ser el resultado de una infección urinaria o un agrandamiento de la próstata. Sin embargo, como se mencionó, el cáncer de vejiga también es una posibilidad. Por lo tanto, un médico debe controlar a los pacientes que experimentan estos síntomas para descartar que sea cáncer o detectarlo temprano.
Cambios en verrugas y lunares

Muchas personas nacen con un lunar o dos. Además, las verrugas pueden llegar a ser solo una infección temporal proveniente de la familia del virus del papiloma humano. Sin embargo, si hay cambios inusuales o frecuentes en cualquier crecimiento de la piel, en particular verrugas o lunares, podría ser un signo de cáncer de piel. Esto incluye la aparición repentina de un lunar o verruga. Los cambios a tener en cuenta incluyen sangrado y bordes irregulares. Los lunares más grandes siempre deben ser examinados por un médico, ya que tienen un mayor riesgo de convertirse en cáncer que los lunares más pequeños. Afortunadamente, quitar un lunar es sencillo. Esto puede prevenir la probabilidad de que el crecimiento se convierta en cáncer y se propague a otras partes del cuerpo.
Acidez y dificultades para tragar

La acidez estomacal crónica y la dificultad constante para tragar son dos signos importantes de cáncer, especialmente si aparecen juntos. El esófago de Barrett se caracteriza por generar acidez estomacal frecuente y exposición al ácido del estómago. En casos raros, esta afección puede convertirse en cáncer de esófago. El cáncer de esófago, dicho sea de paso, se caracteriza típicamente por la dificultad del paciente para tragar alimentos sólidos. Sin embargo y por fortuna, este cáncer se puede tratar con medicamentos y cirugía. Es común tener problemas para tragar, especialmente si se trata de pacientes de edad avanzada. Después de todo, una nutrición adecuada es una parte vital para mantenerse saludable.
Flujo o sangrado vaginal anormal

La mayoría de las mujeres experimentan algún tipo de goteo o secreción entre medio de sus períodos. Sin embargo, dado que la cantidad y la frecuencia pueden variar, no existe una definición universal de lo que se considera flujo o sangrado vaginal anormal. Es por eso que cada mujer debe familiarizarse con su cuerpo y su ciclo. De esta manera, cada mujer puede saber cuándo algo es anormal para ella y su cuerpo. Después de todo, una cantidad inusual de sangre o secreción puede ser un signo importante de cáncer de cuello uterino.
Por supuesto, si bien no existe un indicador universal de anormalidad, todavía hay ciertos puntos por los que las mujeres pueden comenzar. Otros signos de cáncer de cuello uterino son dolor o sangrado al orinar o al tener relaciones sexuales. Las mujeres deben buscar tratamiento de inmediato si el sangrado dura más de dos días y no está relacionado con su ciclo menstrual, o si son posmenopáusicas y experimentan sangrado vaginal. Los exámenes como el Papanicolaou hechos regularmente pueden detectar las primeras etapas del cáncer de cuello uterino.
Heridas que no cicatrizan o comezón en la zona genital

Otros signos importantes de cáncer, más específicamente de las células precancerosas, son llagas que no sanan (o sanan con bastante lentitud) y la comezón persistente en los genitales. Algunas células precancerosas pueden causar decoloración de la piel. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes consulten con su médico si tienen llagas que parecen no sanar para poder diagnosticar o descartar otras afecciones médicas, como una infección por hongos o psoriasis. Los pacientes también deben hablar con su médico si tienen llagas en la boca que tardan en cicatrizar, especialmente si son fumadores, ya que estas pueden ser indicador de cáncer de boca.
Dolor persistente de huesos o espalda

El dolor de espalda puede ocurrir por muchas razones. Sin embargo, antes de que los pacientes lo descarten como una complicación diaria, deben consultar a su médico para asegurarse de que no sea un indicador de cáncer. El dolor de espalda persistente puede ser un signo de cáncer en la columna. A diferencia del dolor de espalda típico, como el dolor causado por un colchón en mal estado, el dolor de espalda debido al cáncer puede causar sensibilidad o malestar profundo en los huesos. Algunos tipos de cáncer, como el de próstata, son propensos a diseminarse a los huesos. En diversos casos, el dolor de huesos puede ser el primer indicio de la enfermedad.
Falta de apetito

Muchas afecciones médicas, como la gripe, el resfriado común e incluso la depresión, afectan el apetito del paciente y lo hacen sentir un poco menos hambriento. El cáncer es una de las afecciones más graves que pueden afectar el apetito de un paciente. Lo hace de varias maneras, incluido el cambio del metabolismo del cuerpo y su ralentización del mismo. Además, ciertos tipos de cáncer, como el de estómago, colon y páncreas, pueden ejercer presión sobre el estómago de una persona. Esta presión hace que los pacientes se sientan demasiado llenos como para consumir tanta comida como están acostumbrados. Cuando el cáncer avanza, puede afectar aún más el apetito, incluso como efecto secundario del tratamiento. Sin embargo, cualquiera sea el caso, la pérdida del apetito puede aparecer como un síntoma temprano de cáncer.
Fatiga extrema y persistente

Todos se sienten cansados de vez en cuando. Es importante tener en cuenta que la fatiga debido al cáncer no es lo mismo que estar cansado durante el día después de no haber dormido lo suficiente la noche anterior. No se soluciona fácilmente tomando una siesta, durmiendo bien por la noche o tomando un café. La fatiga extrema y persistente debida al cáncer a menudo se describe como un cansancio que afecta a todo el cuerpo y, a menudo, altera la vida del individuo. La fatiga del cáncer puede dificultar la participación de los pacientes en sus actividades normales. También, como resultado, puede afectar sus relaciones.
La fatiga ocurre con el cáncer por diversas razones. En el linfoma y la leucemia, las células cancerosas dentro de la médula ósea del paciente pueden afectar la producción de células sanguíneas, provocando anemia y, posteriormente, fatiga. El cáncer de estómago puede provocar anemia debido a la pérdida de sangre en los intestinos, lo que nuevamente causa fatiga. Otros tipos de cáncer pueden causar fatiga al interrumpir el funcionamiento hormonal, secretar citocinas y mediante los procesos metabólicos de los tumores.
Fiebre constante

La fiebre es un síntoma común de infección o de un problema similar en el cuerpo. Si bien a menudo la fiebre se asocia con alguien que padece una enfermedad como la gripe, ciertos tipos de cáncer también pueden desencadenarla. Específicamente, el cáncer de riñón, el cáncer de hígado, así como la leucemia y el linfoma, también pueden causarla. La fiebre causada por el cáncer disminuye y vuelve a subir durante el día, a menudo alcanzando su punto máximo al mismo tiempo. Los pacientes deben hablar con su médico de cabecera si padecen fiebre superior a 100,5 grados Fahrenheit durante más algunos días.
Cambios en la piel

Los cambios en la piel son una forma común de detectar temprano el cáncer de piel. Por supuesto, no todos los cambios en la piel son signos de cáncer. En cambio, las personas deben estar atentas a casos en los que su piel comience a verse diferente. Esto incluye un lunar existente que cambia o una llaga que no cicatriza. Los pacientes deben consultar a un dermatólogo si tienen manchas que cambian de color o que se hacen más grandes o más gruesas. También deben hablar con un especialista si los lunares son más grandes que un borrador en la punta de un lápiz o tienen bordes irregulares.
Pérdida de peso sin explicación

Ciertos informes indican que la pérdida de peso puede ocurrir como un síntoma temprano de cáncer en hasta dos de cada cinco pacientes. La pérdida de peso en el cáncer no es lo mismo que la pérdida de peso debido a la dieta. En cambio, la pérdida de peso por cáncer no parece tener una causa clara. Es vital que las personas hablen con un médico si notan que están experimentando pérdida de peso inexplicable. Si bien puede que no sea cáncer, ya que otras afecciones médicas pueden causar este tipo de pérdida de peso, de todas maneras es algo que vale la pena controlar. La pérdida de peso también puede ocurrir durante el tratamiento del cáncer como efecto secundario. De hecho, la cantidad de pacientes con cáncer que pierden peso a menudo aumenta durante el tratamiento.