Guía de síntomas de fibrilación auricular
La fibrilación auricular es un problema cardíaco en la que las aurículas (las cámaras superiores del corazón) laten rápida e irregularmente. Los pacientes con esta afección tienen un mayor riesgo de sufrir derrames cerebrales, coágulos de sangre e insuficiencia cardíaca. La presión arterial alta, la apnea del sueño, las enfermedades pulmonares, el síndrome metabólico y la diabetes pueden elevar las posibilidades de que un paciente desarrolle fibrilación auricular; de la misma manera, los individuos obesos corren un mayor riesgo. Algunos pacientes pueden tener episodios de fibrilación auricular que se producen de forma intermitente. Para otros, la enfermedad puede persistir durante meses y algunos individuos tienen fibrilación auricular permanente. Para diagnosticar la enfermedad, los doctores comienzan por escuchar el corazón del paciente con un estetoscopio. Esto los ayuda a verificar si el ritmo del corazón del paciente es normal. Basándose en la información del examen físico, el médico podría solicitar más pruebas. Un electrocardiograma es la principal herramienta utilizada en el diagnóstico de la fibrilación auricular, aunque también se puede recomendar un ecocardiograma, un monitor Holter, una grabadora de eventos o una prueba de esfuerzo. Las opciones de tratamiento para esta condición incluyen la cardioversión eléctrica, la cardioversión con medicamentos y la ablación con catéter. Muchos pacientes también toman medicamentos como la dofetilida y la amiodarona para que el corazón mantenga un ritmo regular y se prevengan futuros episodios.
Dolor torácico
Algunos pacientes con fibrilación auricular pueden experimentar dolor en el pecho. Este se localiza típicamente en el centro y puede ser intermitente. Dado que el dolor en el pecho también es un síntoma de un ataque cardiaco, los pacientes deberán buscar atención médica de emergencia si la molestia persiste por más de unos pocos minutos. Buscar tratamiento es especialmente importante si el dolor se irradia a la mandíbula, la espalda, el cuello, los brazos o el estómago. Para determinar la causa subyacente del dolor en el pecho, los médicos colocarán al paciente en un monitor cardíaco. Se realizarán análisis de sangre para comprobar los marcadores específicos de daño cardíaco, y es posible que el personal médico también tenga que realizar ecocardiogramas u otros procedimientos de diagnóstico. Si se diagnostica la fibrilación auricular, los pacientes pueden recibir medicación y, en casos graves, puede ser necesario recurrir a un tratamiento de inmediato. Los pacientes siempre deben informar a su cardiólogo o médico de cabecera si experimentan dolor en el pecho con regularidad. Puede ser útil tomar notas sobre si el dolor es agudo o sordo o acerca de qué estaba haciendo el paciente cuando se produjo el dolor.
Palpitaciones
Las palpitaciones cardíacas se producen cuando el paciente siente que su corazón se acelera o late a un ritmo irregular. Algunos individuos describen la sensación como el de un "chancletazo" en el pecho, que puede ser tanto incómodo como aterrador. Si bien las palpitaciones cardíacas normalmente son inofensivas, pueden ser un indicio de fibrilación auricular u otra afección cardíaca subyacente. Los pacientes con palpitaciones cardíacas deben someterse a un examen físico y a otras pruebas para determinar la causa que las origina. El médico le preguntará al paciente si las palpitaciones se producen en reposo o durante la actividad, y también querrá saber si comienzan o terminan abruptamente. Hacerle saber al médico sobre cualquier latido o irregularidad puede contribuir con el diagnóstico. Los pacientes a los que ya se les ha diagnosticado fibrilación auricular deben alertar a su cardiólogo si experimentan nuevas palpitaciones. El especialista puede revisar la lista de medicamentos del paciente y hacer ajustes o adiciones para mejorar el manejo de los síntomas.
Mareo y vértigo
La fibrilación auricular impide que las cámaras inferiores del corazón se llenen completamente, y esto reduce la cantidad de sangre que se bombea a los pulmones y al resto del cuerpo. Por ende, los pacientes pueden desarrollar presión sanguínea baja y muchos experimentan mareos y vértigos como consecuencia. Los pacientes pueden sentir que están a punto de desmayarse y algunos tienen episodios de desmayo. Las personas que se sienten mareadas o aturdidas deben tratar de sentarse o acostarse lo antes posible para reducir el riesgo de sufrir una caída. Si se dispone de un tensiómetro de uso doméstico, puede ser beneficioso medir la presión arterial del paciente en el momento en que se experimenta el mareo. Los pacientes deben informar de cualquier episodio de mareo a su equipo médico, y deben hacer saber a sus proveedores de atención médica si están experimentando mareos con más frecuencia de lo habitual.
Fatiga y debilidad
Como la fibrilación auricular afecta al suministro de sangre al cuerpo, muchos pacientes tienen fatiga y debilidad. De hecho, la fatiga es el síntoma más común de esta enfermedad. Esta puede conducir a una reducción del rendimiento al hacer ejercicio, y los pacientes pueden llegar a estar muy cansados después de sólo una pequeña cantidad de actividad física. En algunos casos, la fatiga puede ser lo suficientemente severa como para afectar la capacidad del paciente para realizar las tareas diarias como cocinar o hacer compras. Los pacientes que se sienten débiles o fatigados deben tratar de descansar a lo largo del día, y deben asegurarse de dormir lo suficiente. Puede ser útil reducir el número de actividades y los pacientes podrían tener que modificar su plan de ejercicios. La fatiga y la debilidad siempre deben mencionarse al médico del paciente. Estos síntomas podrían ser signos de otras enfermedades subyacentes, y el agravamiento de la fatiga y la debilidad puede indicar que la fibrilación auricular del paciente no está tan controlada como debería. Los médicos pueden recomendar cambios en el estilo de vida y medicamentos para mejorar el control de los síntomas y la calidad de vida del paciente.
Dificultad respiratoria
La dificultad para respirar asociada a la fibrilación auricular se produce con mayor frecuencia cuando el paciente está recostado. Las personas pueden sentir que no obtienen suficiente aire. Para evaluar la falta de aliento, los médicos escucharán la respiración del paciente con un estetoscopio, y es posible que el paciente también necesite hacerse pruebas de función pulmonar, ecocardiogramas, análisis de sangre o exploraciones del tórax. Quienes sufren fibrilación auricular deben informar a su médico sobre cualquier aumento o cambio en su dificultad para respirar, y es posible que quieran pedir asesoramiento sobre las actividades que deben evitar y las formas de minimizar este síntoma. Dado que la falta de aliento puede ser un signo de ataque cardíaco, los pacientes que experimenten este síntoma acompañado de dolor en el pecho o náuseas deben buscar atención médica de emergencia.
Intolerancia al ejercicio
La intolerancia al ejercicio es un término que se utiliza para describir cuando un individuo es incapaz o tiene una capacidad disminuida para realizar actividades y ejercicios físicos con la misma duración y nivel de intensidad que alguien de la misma edad. Una oersona con intolerancia al ejercicio puede experimentar vómitos, náuseas, dolor inusualmente intenso después del ejercicio, fatiga y otros efectos adversos. Cuando alguien sano hace ejercicio, su ritmo cardíaco aumenta a un ritmo considerado saludable y no causa ningún efecto secundario. Sin embargo, cuando el corazón late demasiado rápido en un paciente con fibrilación auricular, la sangre no puede fluir normalmente por el corazón porque las aurículas no se contraen en coordinación con los ventrículos. Un individuo que tiene fibrilación auricular puede experimentar aceleración en el corazón que causa una rápida disminución de la presión sanguínea, lo que resulta en otros síntomas, incluyendo la sensación de mareo y vértigo. Un paciente con fibrilación auricular también puede experimentar dolor en el pecho cuando realiza actividades físicas y/o ejercicios.
Problemas de concentración
El mecanismo detrás de cómo la fibrilación auricular causa deterioro cognitivo, como los problemas de concentración, es complejo. La cámara superior del corazón late caóticamente y fuera de sincronía con el resto del corazón, permitiendo que la sangre se arremoline y se acumule de forma inapropiada en las aurículas. Esta acumulación de sangre puede permitir que pequeños coágulos de sangre que puede entrar en circulación fuera del corazón y causar complicaciones. El deterioro cognitivo se produce cuando uno o más de estos pequeños coágulos se alojan en un vaso sanguíneo del cerebro del paciente, produciendo una obstrucción en el área afectada del cerebro. La obstrucción produce lo que se llama un derrame cerebral silencioso, que ocurre repetidamente y gradualmente daña el tejido cerebral. Cuando la parte del cerebro que dicta el enfoque y la concentración de un individuo se ve afectada por este proceso, puede hacer que pierda su capacidad de permanecer atento a ciertas tareas y en ciertas situaciones.
Ansiedad
Un individuo con ansiedad pueden desarrollar fibrilación auricular como una complicación de su trastorno como resultado de unos pocos mecanismos diferentes. Los pacientes afectados por la ansiedad tienen un sistema hiperactivo de renina-angiotensina-aldosterona y un eje hipotalámico-hipofisario-adrenal sobreestimulado, lo que puede hacer que desarrollen fibrosis en los tejidos del corazón. La fibrosis puede interrumpir la forma en que las señales eléctricas responsables de producir los latidos y el ritmo cardíaco se mueven a través del corazón, causando una arritmia como la fibrilación auricular. La ansiedad está estrechamente relacionada con la eficacia del tratamiento de fibrilación auricular de un paciente para aliviar sus síntomas. Una persona afectada por la ansiedad y la fibrilación auricular puede no experimentar la misma eficacia de su tratamiento que alguien que está siendo tratado por la fibrilación auricular y no por la ansiedad. Los estudios han demostrado que los pacientes afectados por la fibrilación auricular tienen más probabilidades de verse afectados por la ansiedad que aquellos que no la tienen.
Sudoración excesiva
Un individuo que experimenta un aumento de la sudoración, especialmente por la noche, puede tener la fibrilación auricular como causa subyacente de sus síntomas. Un individuo sano experimenta sudoración cuando realiza actividad física o ejercicio porque el ritmo de su corazón aumenta con su nivel de actividad. Los pacientes con fibrilación auricular pueden experimentar una alta frecuencia cardíaca cuando están en reposo o incluso cuando duermen por la noche. La alta frecuencia cardíaca anormal es el resultado de los caóticos latidos de las cámaras superiores o aurículas del corazón cuando no están sincronizadas con los ventrículos. El aumento de la frecuencia cardíaca significa que las células del corazón trabajan más que cuando el corazón late a un ritmo normal. Cuando las células del corazón trabajan más duro, consumen más energía a un ritmo más rápido de lo que lo harían en un estado de descanso. Cuando las calorías son quemadas por las células musculares del corazón al consumir la energía, el calor se produce como un subproducto del proceso. El cuerpo se calienta más de lo normal cuando el corazón está bajo una carga de trabajo excesiva, lo que desencadena la sudoración.
Inflamación
Cuando el corazón experimenta episodios de fibrilación auricular repetidamente a lo largo del tiempo, puede debilitarse por la excesiva carga de trabajo a la que ha estado sometido. Cuando el corazón del paciente se debilita hasta el punto de no poder bombear suficiente sangre para satisfacer la demanda del cuerpo, significa que el músculo está empezando a fallar. Al fallar el corazón, la sangre es incapaz de moverse contra la fuerza de la gravedad de vuelta al corazón, así como podría hacerlo de otra manera. Cuando la sangre no puede circular eficientemente porque el corazón no la bombea lo suficientemente bien, comienza a acumularse en las extremidades inferiores del cuerpo. La acumulación de sangre en los pies y en la parte inferior de las piernas hace que el exceso de líquido en la sangre sea forzado a través de las paredes de las venas cuando alcanzan su máximo umbral de expansión. El fluido forzado de las venas se acumula en los tejidos cercanos y produce hinchazón en los pies y en la parte inferior de las piernas.